La habitación en la que me encuentro está iluminada por la tenue luz del atardecer. La temperatura es acogedora y el suave murmullo del televisor encendido le da un toque cómodo y cálido a la estancia. Mi madre entra en el cuarto y me saluda. Le pido que se siente un rato en uno de los sillones de la sala, y así lo hace. Me acomodo en el otro sillón y comenzamos con la entrevista justo después de que beba un poco de agua situada en la mesa de centro.
Pregunta: Bueno, ¿cómo estás hoy? ¿Cansada?
Respuesta: Pues muy bien. Sí, mucho, como siempre. Continuar leyendo «Entrevista a mi madre»