Ese día, me levanté temprano y con ilusión, ya que iba a ir con mis compañeros de excursión a visitar en Burgos las grandes ruinas romanas de Clunia.
Cuando llegamos allí, nos atendió el profesor Francesc Tuset, quién nos invitó a participar en un juego singular, para así explorar a fondo las ruinas y divertirnos al mismo tiempo.
Aprovechando los grandes mosaicos que hay en las ruinas, nos incitó a buscar piezas de un mosaico por las ruinas de la ciudad y así visitar todos sus rincones, a la vez que nos divertíamos.
Nos pareció una buena idea y nos pusimos manos a la obra. Hicimos grupos y empezamos a buscar por las casas; unos en la casa de Tarazona, otros en la casa de Cuevas Ciegas; algunos miraron en la casa número 3 y mi grupo y yo en la casa triángular. Nos ibamos alternando, para ver todas las casas todos y no dejarnos ninguna pieza.
Encontramos muchas piezas y admiramos las habitaciones subterráneas y los sistemas de calefacción de algunas casas. Después vimos, los Tres domus, con sus bellos mosaicos antiguos, la basílica, el Macellum,un mercado ,y así fuimos acumulando piezas que llevamos al profesor. Nos explicaron que había una gran cloaca, pero no la pudimos ver por no estar abierta al público, por la poca estabilidad del suelo.Contemplamos el Foro, que es la plaza pública, rodeada de pórticos, donde se desarrollaban las actividades políticas, comerciales, judiciales y religiosas. Las Termas del Foro, las Termas públicas eran de grandes dimensiones y cubiertas de mosaicos. Pasamos por la cueva de Román y terminamos en el gran Teatro, excavado en la roca, con capacidad para 10.000 espectadores.Lo pasamos en grande, viendo y admirando este gran yacimiento a la vez que disfrutábamos encontrando piezas de mosaico como si fueramos unos arqueólogos más. Fue una excursión estupenda.