Entrevista a mi madre

La habitación en la que me encuentro está iluminada por la tenue luz  del atardecer. La temperatura es acogedora y el suave murmullo del televisor encendido le da un toque cómodo y cálido a la estancia. Mi madre entra en el cuarto y me saluda. Le pido que se siente un rato en uno de los sillones de la sala, y así lo hace. Me acomodo en el otro sillón y comenzamos con la entrevista justo después de que beba un poco de agua situada en la mesa de centro.

Pregunta: Bueno, ¿cómo estás hoy? ¿Cansada?

Respuesta: Pues muy bien. Sí, mucho, como siempre.

P: Y eso que ahora estás de vacaciones… ¿Cómo te sientes los días en que tienes que ir a trabajar?

R: Mucho más cansada, porque además tengo que ir al trabajo y es agotador. Siento que tengo que estar allí durante horas sin moverme, no puedo dedicar tiempo a otras cosas y me estresa.

P: Dime, ¿cuántas horas diarias trabajas?

R: Siete horas y media al día.

P: ¿Crees que son demasiadas?

R: Para mí sí, y creo que todo el mundo opina lo mismo y se queja de ello, pero aun así tenemos que aguantarnos e ir igualmente. Aunque tampoco puedo quejarme, pues hay personas que tienen que trabajar aún más horas, y encima en jornadas de mañana y tarde. Yo al menos solo tengo que ir a trabajar por la mañana y tengo la tarde libre para dedicarme a las tareas de casa y a mi familia.

P: Y bien, cuando no estás en el trabajo, ¿en qué empleas tu tiempo principalmente?

R: En atender la casa y a mi familia, sobre todo.

P: ¿Crees que las tareas domésticas te quitan demasiado tiempo de otras cosas?

R: Pues sí. Paso mucho tiempo ocupándome de todo lo que hay que hacer en casa.

P: Y, en tu tiempo libre, cuando no tienes nada que hacer, ¿a qué te sueles dedicar?

R: En mi tiempo libre me gusta descansar en el sofá como a todos, dar paseos, estar con mis hijas y hacer actividades con ellas, ver la televisión o estar con el móvil… Ese tipo de cosas.

P: ¿Te gustaría disponer de más tiempo para hacer otro tipo de cosas? ¿Como cuáles?

R: Pues sí. Salir más de casa a pasear, cocinar por voluntad propia, y estar más con mi familia, pues no paso con ella todo el tiempo que me gustaría, y también con la familia lejana, a la que no puedo ver todos los días.

P: ¿Y crees que te sobra tiempo para ocuparte correctamente de tus hijas?

R: Yo intento ocuparme correctamente de ellas y relego a segundo y tercer plano otras cosas innecesarias. Para mí, atenderlas es prioritario. Si tengo que dejar de hacer algo, dejo otras cosas, como por ejemplo lo que haría si tuviera más tiempo libre. Nunca antepongo nada a mis hijas.

P: Cuando estás con ellas, ¿en qué les ayudas? ¿Te preocupas por sus estudios o también por cómo se sienten y lo que les pasa?

R: Yo creo que por todo. Al menos lo intento, otra cosa es que lo consiga, porque a veces pregunto qué tal están o qué les ha pasado hoy y no obtengo respuesta.

P: Y, cuando eran más pequeñas, ¿tenías tiempo para jugar con ellas y que se divirtieran?

R: Sí, yo intentaba pasar el máximo tiempo posible con ellas. Salíamos juntas al parque, íbamos de viaje, jugábamos a juegos de mesa… Realmente pasaba mucho tiempo con ellas, pues son lo más importante para mí.

P: En tu opinión, ¿está cambiando la relación que tienen en general los niños con sus padres?

R: Yo creo que sí, porque hay muchos padres que por su trabajo no pueden dedicar el tiempo que quisieran a sus hijos. También hay padres que anteponen la vida social y el tiempo libre a sus hijos.

P: ¿Está yendo a mejor o a peor?

R: A peor. Los niños notan la falta de atención y de afecto de sus padres y tarde o temprano eso tiene sus consecuencias. Además, esos padres intentan compensar esa falta de tiempo con sus hijos mediante premios o ausencia de castigos, lo que provoca que esos niños no conozcan los límites entre lo que deben hacer y lo que no.

P: ¿Por qué crees que ocurre esto?

R: La causa es el tipo de sociedad en el que vivimos actualmente. El trabajo quita tiempo, pero no es el único motivo, algunos padres también invierten su tiempo en muchas otras actividades y descuidan a sus hijos y a su familia.

P: ¿Podrías dar un consejo a todos los padres para que sepan cómo pasar más tiempo con sus hijos?

R: Mi consejo es que en la medida de sus posibilidades atiendan todo lo posible a sus hijos. Ya no digo quitar tiempo del trabajo, pues eso no es posible, pero sí invertir el tiempo sobrante en educar bien a sus hijos.

P: Muchas gracias por tu atención. Me ha encantado hablar este tema contigo.

Mi madre sonríe y me levanto del sillón, dando por terminada la entrevista. Más tarde, cada una seguimos con nuestras actividades y tareas, pero sin olvidar nunca el fuerte lazo que nos une, aquel que a veces puede verse debilitado por otras obligaciones: el de madre e hija.