Querida mamá

Querida mamá,

Pocas cosas hay que pueda decirte y que no sepas todavía. Te he dicho mil veces que te quiero, pero no me importa repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que te des cuenta de que, realmente, eres lo más valioso que tengo. Y es que haces muchísimo por mí. Cada día te esfuerzas para cuidarme lo mejor posible y para hacerme feliz, me dedicas tu tiempo desinteresadamente, y es por eso por lo que te debo muchas, muchas cosas.

Gracias, mamá, por tu cariño y tu paciencia, por atenderme y preocuparte por mí constantemente, por los mimos y abrazos que me dedicas en todo momento, por ayudarme en todo y por comprenderme pase lo que pase.

Gracias por tu dedicación y esfuerzo, por tu trabajo y empeño, por tu amor y tu sincero afecto. Gracias por no olvidarte nunca de mí y por estar ahí siempre, apoyándome y animándome.

Gracias por educarme y enseñarme a ser mejor persona, por darme una vida feliz y afortunada. Gracias por tu aguante y perseverancia,  por no perder los nervios cuando te hago enfadar y por perdonarme absolutamente todos mis errores.

Gracias por ser la persona más atenta, tierna, leal, sincera y amable del mundo. Porque, para mí, lo eres.

Y gracias, mamá, por darme siempre lo mejor de ti. Quiero que sepas que estaré eternamente a tu lado devolviéndote cada favor que me has hecho. Porque a ti, y solo a ti,  te debo la vida.

Gracias.

 

Tu hija, que te adora,

Marta