Queridos papá y mamá:
Estoy en un punto de mi vida en que me pregunto muchas cosas, en que tengo curiosidad por probar cosas nuevas, y en el que igual me apetece más salir a dar una vuelta con mis amigos que quedarme en casa mirando la televisión. Yo sé que las cosas han cambiado mucho, que ya no soy aquella niña que jugaba a las barbies, o la que lloraba porque quería que le compraran aquel globo del delfín rosado que tanto deseaba. He crecido y eso conlleva que mi madurez se esté asentando y me haga tener comportamientos distintos a los que estáis acostumbrados.
Alguno de ellos es porque requiero más privacidad; no necesito que me digáis todo el tiempo lo que tengo que hacer.Me puedo organizar yo sola. Podemos dialogar las cosas en vez de gritar, ya que yo creo que tengo la inteligencia necesaria para poder razonar como una persona civilizada, y muchas otras cosas…
Mami, papi, yo sé que es muy complicado vivir con una persona testaruda y un tanto maleducada como yo, y me consta que tenéis conmigo una paciencia infinita. Por eso no quiero que se os olvide nunca lo mucho que os quiero y lo que os valoro, pues ante situaciones difíciles como las que pasaste tú, papá, con tu enfermedad, salimos adelante como una familia unida y fuerte, que luchó por salir de aquel infierno en el que se vio inmersa y que le puso una sonrisa a la vida. Allí me enseñasteis la verdadera importancia del vivir.
Por todo esto y mucho más, solo puedo decir GRACIAS,de corazón, por ser como sois, por quererme y por cuidarme.
Os quiero.